Electrodomésticos, es posible vivir con menos
En un hogar medio, la iluminación supone aproximadamente el 10% del consumo de electricidad y los pequeños electrodomésticos en torno al 20 %, y cada vez hay un mayor número de ellos en nuestras casas, más diversos y sofisticados, aunque en muchas ocasiones pasen gran parte de su vida dentro de un armario.
Cambiando pequeños hábitos cotidianos se puede reducir considerablemente el consumo de electricidad y el impacto ambiental. Te contamos algunos de ellos:
- Algunos de estos pequeños aparatos, como secadores de pelo, microondas, aspiradoras, etc… pueden tener un consumo superior a un frigorífico, aunque no lo parezca.
- Las tostadoras de pan de tipo cerrado, que pueden consumir hasta un 50% menos de energía que las abiertas.
- Los aparatos que sólo funcionan con pilas son los menos recomendables. La energía que producen las pilas es más de 600 veces más cara que la de la red.
- Sustituir una bombilla incandescente de 100 vatios por otra de bajo consumo, puede evitar la emisión a la atmósfera de más de media tonelada de CO2 al año.
- Encender y apagar muchas veces los fluorescentes acorta su vida y consumen más. Una de sus características fundamentales es que no desprenden calor.
- Dejar en stand-by la televisión, el vídeo, el aparato de música o el ordenador, puede suponer un consumo energético de hasta un 33% en algunos casos; apagalos cuando no los estés usando.
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